Sabemos que desde el paleolítico el hombre ha creado herramientas que le ayudaran en sus quehaceres. No es tan diferente mi situación actualmente, no es que tenga que cazar para comer, que moriría de hambre, es que sigo dependiendo de herramientas para hacer mi trabajo.

Con las premisas que mencionamos al inicio,

• entornos altamente competitivos, ahora si no eres capaz de jugar para ganar te quedas fuera.
• problemas complejos, que requieren soluciones sencillas y fáciles de aplicar.
• escenarios cada vez más volátiles, muchas veces implementamos una solución que se queda obsoleta a los pocos meses, debido a cambios en la tecnología u otros factores.

Me tengo que valer de herramientas de fácil manejo que sumen valor y me permitan competir.

Hay otras cosas que no cambian, son invariables, son las de este tipo las me permiten rentabilizar mi experiencia. Por poner un ejemplo, utilizar el tiempo justo y necesario para preparar, ejecutar y verificar cualquiera de las tareas que acometo, suele ser muy rentable, sobre todo porque garantizan un resultado con margen de acierto calculado.

Además siempre hay que dejar una puerta abierta a la evolución de cualquiera de las cosas que hago, todo es susceptible de ser mejorado o transformado para sacarle otras funcionalidades o hacer que las iniciales sean más competitivas

Hay muchas cosas que hasta hace algunos años hacíamos por rutina pero que ya no tienen lugar, ni sentido.

En una época en la que no existen tiempos de respuesta, hay que improvisar por el camino para adaptarnos al cambio constante, más que nunca necesito el apoyo de herramientas que me eximan de las tareas rutinarias.

Para mi, solo lo que aporta valor al ser realizado por una persona tiene sentido, el resto de tareas, solo son un desperdicio del tiempo.

Crees que siempre tienes disponibles las herramientas adecuadas?

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